Notas
de Archivo
"La
humanidad se enfrenta al desafío de su
propia supervivencia"
En
mayo de 1994 Para Todos entrevistó al Ing.
Marcelo Ferro, abarcando un menú de temas
generales como: el modo eficiente de
resolver las grandes inundaciones que se
producen en distintos barrios de Buenos
Aires (tema vigente al día de hoy); los
desequilibrios ecológicos y los daños
irreparables que se están produciendo en el
ecosistema.
Autor
del libro 'Cibernética, el nuevo
paradigma', Marcelo Ferro nos comentó un
trabajo de su autoría sobre un vehículo
electromagnético cuyo formato es
prácticamente idéntico a un plato volador.
Un
día de verano (como otros tantos que
vinieron después) del mes de marzo de 1994
la Capital Federal junto a distintos barrios
del Gran Buenos Aires quedaron parcialmente
bajo las aguas en virtud de una lluvia
descomunal caída en pocas horas.
Por
ese entonces, la llamada ‘Corriente
del Niño’ amedrentaba a todo el país con
sus lluvias persistentes. Las
inundaciones habían dejado de ser una
amenaza en nuestro suelo y ya por ese
entonces forman parte de un duro desafío a
resolver, sin admitir exenciones ni
dilaciones.
En
aras de hallar una solución definitiva y
global, Para Todos entrevistó a un
experto en la materia: el Ingeniero Marcelo
Ferro, quien en 1987 obtuvo el primer premio en
un concurso efectuado por la Caja Nacional
de Ahorro y Seguro, tendiente a resolver el
problema de las inundaciones de la provincia
de Buenos Aires.
“No
caben dudas, de que los argentinos debemos
aprender a convivir con los desequilibrios
ecológicos provocados a mansalva por
aquellos ‘defensores del progreso’ que
dominan el mundo desde siempre y no hacen más
que desarticularlo.
Las
desmesurada tala del Amazonas (el pulmón
del mundo) es una de las grandes
responsables de las distorsiones climáticas
que sufrimos. Pero no está a
nuestro alcance la solución de este tema y
esos nos obliga a permanecer dentro de ese
contexto, y precisamente, dentro de esos parámetros,
buscar una solución definitiva; siempre y
cuando desechamos la idea de parecernos cada
vez más a Venecia y comencemos a diseñar
un perfil propio”, comenzó diciendo
el Ing. Ferro.
-
¿Se pueden hacer obras en la ciudad de
Buenos Aires y el Conurbano que eviten
desastres como el de 15 de marzo? (le
preguntamos, aquella vez, en 1994).
- La ciudad de Buenos Aires, en las últimas cuatro décadas,
tuvo un incremento poblacional muy superior
a lo normal. Se han concentrado grandes
masas de población, ha habido muchísimas
construcciones de casas y edificios en
torre, se ha rellenado del río… y esto,
sumando el incremento de la contaminación
ambiental por los factores conocidos, hace que
los desagües no puedan cumplir con sus
cometidos. Aparte, estos desagües están
tapados por residuos, por armazones de
cemento.
Pero
no debemos olvidar también que la población
tiene una educación lamentable con respecto
al destino que le da a la basura, y a manera
de ejemplo, basta con observar todas las
alcantarillas de la ciudad repletas de
latitas de gaseosas o bolsas de polietileno
que producen grandes obstrucciones en el
paso de las aguas, y siendo en parte, uno de
los factores principales de las
inundaciones.
Así
las cosas, vemos que es importante la
educación de la gente en función de la
higiene, y la optimización y agrandamiento
de los desagües. Pero es difícil dar una
solución, si a la vez no se resuelven los
problemas de fondo.
-
¿ Y cuáles son esos problemas?
-
Tiene una lectura, digamos, política y económica:
el control de la economía de un país,
buscando al mejor Estado, a través de una
medición matemática basada en el concepto
de la entropía (desorden).
La
mejor forma de descender la entropía del
sistema económico es asegurar la equitativa
distribución del ingreso de todos los
componentes del sistema económico.
Hoy
día se hace exactamente lo contrario y nos
encontramos con un sistema económico donde
hay un gran nivel de pobreza. Es
decir, prevalece el desorden o entropía.
Y
ecológicamente sucede lo mismo, prevalece
el mismo desorden o entropía, producto de
los intereses de terceros. Y responsable,
sin duda, de los desequilibrios que estamos
hablando.
Volviendo
al tema de las inundaciones, por ejemplo, si
tomamos una ciudad cualquiera como objeto de
análisis, esa ciudad está inmensa dentro
de un gran sistema que es la biosfera
(sistema regulador de vida del planeta).
Entonces
hay que estudiar las lluvias (qué
intensidad tienen anualmente), los desagües,
el agujero de ozono… En el caso de la
desforestación tanto del Amazonas como del
Litoral, esto provoca un incremento en las
precipitaciones y es como un efecto dominó,
que al desmejorar un sistema, implica el ir
desmejorando otro sistema y así
sucesivamente.
Entonces,
el estar afectado al gran sistema, no puede
interceder para solucionar otros sistemas
menores. Por ejemplo, nosotros tenemos
usinas térmicas y a través de ellas se
expulsa dióxido de carbono en la atmósfera.
Eso
provoca un calentamiento global y puede
llegar un momento en que todos los
mecanismos de control que presenta la atmósfera
para autodepurarse (ordenarse), o descender
la entropía, no respondan debido a que están
seriamente comprometidos.
El
tema de la ecología en general, y las
inundaciones en particular, son
fundamentales en estos momentos.
El
ser humano debe orientar todos sus
conocimientos y emprendimientos disponibles
para enfrentar esta situación.
-
¿Cómo se produce el desequilibrio hombre
– sistema?
-
El ser humano está ordenándose
continuamente su cuerpo. El cuerpo se ordena
desordenando la biosfera.
-
¿Y cómo se ordena la biósfera?
-
Tirando desorden hacia fuera a través de la
comunicación que tiene con el sol.
Ahora
bien, dentro de cada sistema hay subsistemas
que se llaman Homióstatos (ordenadores),
que funcionan automáticamente. Por ejemplo
la temperatura de nuestro cuerpo es de unos
36 a 37 grados, y estos dispositivos son los
que regulan la temperatura corporal, tanto
cuando hace calor o frío.
Si
nosotros alteramos esos dispositivos no
tendríamos la temperatura adecuada y sería
un desorden total; y nuestro cuerpo estaría
descompensado. Bueno, esto llamémoslo el
sistema de Biósfera y nos vamos a dar
cuenta de lo que está sucediendo en nuestro
planeta.
Puede
darse el caso de que la biósfera no pueda
seguir autodepurándose.
-
Las inundaciones que se produjeron en la
provincia de Buenos Aires durante los
primeros meses de 1987, lo llevaron a usted
a desarrollar un estudio por el cual
presentaba una solución definitiva al tema.
Dicho trabajo obtuvo el primer premio en el
concurso: ‘Grandes temas argentinos’,
auspiciado por la Caja Nacional de Ahorro y
Seguros ¿Qué nos puede contar al respecto?
-
Este trabajo consistía en el
aprovechamiento de estas lluvias, almacenándolas
en cada lugar en que se precipitan. Por
ejemplo, en estas zonas se efectúa a través
de lo que se denomina vasos.
Estos
vasos tienen forma de polígonos irregulares
cuyos lados son de variadas dimensiones (las
longitudes predominantes oscilan entre unos
pocos y decenas de kilómetros). Digamos que
la regulación consiste en controlar el
flujo de agua que pasa de vaso a vaso,
mediante la apertura o cierre de
alcantarillas que los comunican.
Con
este sistema uno puede controlar el caudal
de agua y así poder aprovecharlo en épocas
de sequías, agua para el ganado…, almacenándolas
en lugares determinados.
Estos
trabajos son de un bajo costo para la
población y no así las canalizaciones o
grandes infraestructuras que cuestan cientos
de millones de dólares, y que entre otras
cosas, se realizan de manera deficiente.
Por
otro lado, tenemos el ejemplo de Israel que
trata de aprovechar cada gota que tienen,
porque allá no hay precipitaciones
suficientes y las pocas que se producen
tratan de almacenarlas.
En
cambio nosotros, que tenemos un promedio de
precipitaciones de 1510 mm por año, que es
una bendición que ninguno lo tiene, no lo
sabemos aprovechar.
A
no dudarlo, el problema de las inundaciones,
aparte del descontrol que está sucediendo
en la biósfera, tiene que ver con los que
administran los recursos naturales y los
gobiernos de la Tierra.
-
Cambiando un poco de tema, en su libro ‘Cibernética,
el nuevo paradigma’, usted presenta
un trabajo sobre un vehículo electromagnético
cuyo formato es prácticamente idéntico a
un plato volador. ¿Usted diseñó un
OVNI?
- Precisamente, ese formato es la única forma que se
ajusta a la propulsión magnética y su
desplazamiento se produce por un circuito de
cargas opuestas.
En
junio de 1988 presenté ante la Secretaría
de Ciencia y Técnica un anteproyecto para
la construcción de un motor electromagnético
de características tales que, de ser
factible su realización, representaría un
salto tecnológico muy importante en materia
de transporte en todos los ámbitos:
terrestre, marino, aéreo y espacial.
La
respuesta que me fue dada no descalifica la
factibilidad del proyecto sino sólo la pone
en duda y contiene apreciaciones que en
algunos casos no son exactas.
Pero
lo que quiero resaltar es que ninguno de los
funcionarios ante quien tramité este asunto
me allanó el camino para entrevistarme con
los encargados de su evaluación, ante
quienes sí puedo debatir los aspectos técnicos
cuestionados.
-
¿Cuál sería el principio de
funcionamiento del aparato?
- El principio de funcionamiento en que se sustenta el
invento, es la acción que un campo magnético
ejerce sobre la masa con carga eléctrica en
movimiento. Pero sería imposible explicar
en pocas líneas algo tan complejo, o lo
dejamos para otra nota, o bien invito a los
interesados a leer mi libro. ¿No te
parece?.
-
Correcto.
¿Desea agregar algo más?
- Sí. El explosivo avance de la tecnología durante el
Siglo XX, no fue acompañado por un adelanto
significativo en cuanto al conocimiento y
comprensión del Universo. Y hoy la
humanidad se enfrenta al desafío de su
propia supervivencia, amenazada por las
consecuencias de una tecnología que ella
misma desarrolló.
Así,
la polución de la biósfera y el espacio,
la contaminación química y radiactiva, el
debilitamiento de la capa de ozono, la
modificación del clima, la alteración de
las proporciones de los gases de la atmósfera,
la aparición de nuevos microorganismos y
virus nocivos por manipulación bioenergéticas,
la extinción de especies animales y
vegetales... son las primeras
manifestaciones del viaje sin retorno hacia
un mundo lúgubre y seguramente
irrecuperable para nuestra civilización.
La
Cibernética es una ciencia totalizadora que
pretende alcanzar la comprensión de la
naturaleza del Universo, y por lo tanto,
puede ser una herramienta muy poderosa que
tal vez nos permita preveer y neutralizar
las consecuencias negativas derivadas de las
actividades del hombre.
Y
así, desprovistos de nuestra máscara de
ignorancia, sólo restará despojarnos de
nuestro egoísmo y nuestra soberbia para que
podamos convertirnos en verdaderos
protagonistas del futuro.
*
Nota aparecida en el ejemplar Nº 7
de Para Todos, correspondiente a mayo de
1994.
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